Compré la rosa donde forjé el camino
para decorar el ataúd
donde ahora soy ceniza.
Dejé las drogas,
enterré al difunto,
me destrocé la voz,
. ..y fui poeta.
Comercié sin dinero,
besé a la muerte,
probé la derrota,
…y fui poeta
Fui sin dejar de ser,
alma y carne solo uno,
como el león de Nemea y la venganza de Hércules,
como la bala que siempre llevas en la recámara
por si acaso hay que matar a Cupido.
Algun dia,
(quizás mañana)
yo empuñaré el verso de la muerte
(quizás mañana)
yo empuñaré el verso de la muerte
y por fin
…seré poeta.
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