Emigrante.

Un dolor
emigrante y caprichoso,
vuelve a su patria,
que nunca ha sido mayúscula.

Reclama embistiendo con susurros,
lo suyo,
lo que fue.
Pero quién sabe 
dónde está ahora
eso que él llamaba hogar.

Prepárate emigrante,
que viene el invierno
y esto ya no es lo que era.
Ahora los copos de nieve tropiezan con el cielo
y caen llorando a la tierra manchada de sangre amapola.

Prepárate emigrante
porque ya ni el recuerdo es el mismo

Ni tú,ni yo.

Como el Yin y el Yang.

Éramos

como el Yin y el Yang.

Tú

tenias algo de mi inocencia

Yo

tenía un poco de tu crueldad.

La inmortalidad.(Texto: Luis García Montero. Voz: Escandar Algeet)

Os traigo un poema de Luis García Montero que tiene que ver con el título de este blog y que personalmente me encanta.



La Inmortalidad


Nunca he tenido dioses
y tampoco sentí la despiadada
voluntad de los héroes.
Durante mucho tiempo estuvo libre
la silla de mi juez
y no esperé juicio
en el que rendir cuentas de mis días.

Decidido a vivir, busqué la sombra
capaz de recogerme en los veranos
y la hoguera dispuesta
a llevarse el invierno por delante.
Pasé noches de guardia y de silencio,
no tuve prisa,
dejé cruzar la rueda de los años.
Estaba convencido
de que existir no tiene trascendencia,
porque la luz es siempre fugitiva
sobre la oscuridad,
un resplandor en medio del vacío.

Y de pronto en el bosque se encendieron los árboles
de las miradas insistentes,
el mar tuvo labios de arena
igual que las palabras dichas en un rincón,
el viento abrió sus manos
y los hoteles sus habitaciones.
Parecía la tierra más desnuda,
porque la noche fue,
como el vacío,
un resplandor oscuro en medio de la luz.

Entonces comprendí que la inmortalidad
puede cobrarse por adelantado.
Una inmortalidad que no reside
en plazas con estatua,
en nubes religiosas
o en la plastificada vanidad literaria,
llena de halagos homicidas
y murmullos de cóctel.
Es otra mi razón. Que no me lea
quien no haya visto nunca conmoverse la tierra
en medio de un abrazo.

La copa de cristal
que pusiste al revés sobre la mesa,
guarda un tiempo de oro detenido.
Me basta con la vida para justificarme.
Y cuando me convoquen a declarar mis actos,
aunque sólo me escuche una silla vacía,
será firme mi voz.

No por lo que la muerte me prometa,
sino por todo aquello que no podrá quitarme





Os dejo la versión recitada por Escandar Ageet ( @escandaralgeet ). A mi parecer,preciosa.

Dedicarte algo bonito.

He estado toda la noche escribiendo.
Te he dedicado un poema,
dos,
tres,
y mi puta vida entera
¿Para qué engañarnos?

He estado toda la noche escribiendo,
imaginando una vida contigo
hablando hasta la madrugada
sobre cómo cambiar el mundo
para dejar a nuestros hijos
un hogar de paz donde perderse.

Esas conversaciones sobre filosofía, moral y dignidad

hicieron que me enamorara algo más de ti

sin echar en falta mi pasado de buitre sin nido.

Realmente no sé qué es el amor,

pero siempre has sido, eres y serás
la paradoja de mi mala suerte:
encontrarte cuando buscaba la nada.

Y claro, te convertiste en todo
incluyendo las noches sin dormir

dedicándote algún poema

Te esperan,te espero.

Aplacar la ira con un terrón de azúcar,
y mientras se deshace el café
arrepentirme del pecado de haberte dejado marchar.


Quiero volver
y provocar una guerra de besos contigo
aun sabiendo que perdería toda mi legión de soldados.

Ahora sin ti
ellos están desorientados,
esperando ser ceniza
de aquel polvo que nunca llegó.

Twitter.

También estoy en Twitter,donde escribo mensajes más cortos pero más directos.

https://twitter.com/PoesiaInmortal

Me ahuyenta de ti.

Si sintieras
tocaras,
escucharas,
lo que por ti, va dentro de mi,
entenderías el brillo de mi navaja rasgando el tiempo.

Sabrías un poco de mi,
del secreto insómne que me ahuyenta de ti,
del incierto camino en el que me hallo,
de todas mis batallas 
y mis muchas derrotas.

Comprenderías en acústico mis pasos volátiles.

Podrías ver al sauce cantar sus penas al rocío,
al grillo vender su canto por coca
intentando volver a nacer;
y a niebla.
exhausta.
con su coraza detallar mi fachada.

Así quiero que alguna vez,
                                            por                                 m  o  m  e  n  t  o  s,
comprendas esta soledad

de vez en cuando amena